Cambios en las normativas para la importación de vehículos a Cuba

Las autoridades cubanas han dado a conocer una serie de reformas en su política de importación y comercialización de vehículos, que comenzarán a regir en octubre de este año.  

Con el fin de modernizar el envejecido parque automotor y mejorar las condiciones del transporte público, estas nuevas regulaciones buscan abordar la crisis de movilidad que afecta a la isla. 

Objetivo y alcance de las nuevas regulaciones  

El ministro cubano de transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, destacó que se implementará un decreto y 14 resoluciones que afectarán tanto la importación como la venta de vehículos.  

Sin embargo, subrayó que estas medidas no beneficiarán a la totalidad de la población cubana. Y es que, el salario mínimo de un trabajador medio en Cuba es de aproximadamente 2.100 pesos. Esta cifra es el equivalente a solo siete dólares en el mercado informal.  

En contraste, los precios de los automóviles de segunda mano superan los 30 mil dólares, lo que hace que la compra de un vehículo sea inalcanzable para la mayoría de los cubanos.  

Rodríguez Dávila aclaró que estas medidas no solucionarán de inmediato los problemas del transporte ni permitirán a los antillanos adquirir un automóvil con su salario.  

Se trata de un intento del gobierno cubano para recaudar divisas con un negocio que se ha convertido en una entrada muy lucrativa para el régimen de La Habana. 

Flexibilización en la importación de vehículos 

Entre los cambios más significativos, se flexibiliza la importación de ciclomotores y motocicletas. A partir de las nuevas regulaciones, se permitirán importaciones como equipaje no acompañado o envío, abarcando vehículos de hasta 10 años de antigüedad y con una cilindrada máxima de 250 cc.  

También se autorizará la entrada de triciclos eléctricos o híbridos para transporte de personas o carga. 

Desde que la administración de Joe Biden otorgó la primera licencia para exportar vehículos a Cuba en mayo de 2022, el comercio ha crecido notablemente. Según el Consejo Económico y Comercial EE.UU.-Cuba (USCTEC), en lo que va de 2024 ha llegado a la isla más vehículos de EE.UU. que en todo el año anterior. 

Modificación de tarifas y precios  

Los precios de venta de vehículos en Cuba han sido tradicionalmente altos, con márgenes que oscilan entre el 350% y el 500%. Las nuevas normativas establecerán que las tarifas se calcularán a partir del costo de importación y se reducirá el margen comercial de 30% a 20%.  

Además, se implementarán impuestos diferenciados que irán desde un 0% para vehículos eléctricos ensamblados en Cuba, hasta un 35% para automóviles de alta gama. 

Otra importante modificación es que los precios serán uniformes para personas naturales y empresas, eliminando la disparidad existente hasta ahora. Sin embargo, las empresas estatales necesitarán la aprobación del Consejo de ministros para realizar estas transacciones. Los diplomáticos extranjeros no estarán sujetos a estas nuevas regulaciones. 

Rodríguez Dávila mencionó que el Ministerio de Transporte establecerá recomendaciones para los proveedores sobre qué marcas de vehículos pueden ser importadas, basándose en las condiciones de las carreteras y la calidad del combustible en la isla. 

 Cabe destacar que, hasta el 2013, los cubanos necesitaban poseer un documento llamado “carta”, el cual era una especia de salvoconducto que les permitía la compra de un carro. 

Posteriormente, se empezaron a comercializar vehículos como los Peugeot 508, cuya venta superaba los 262 mil dólares, un precio desorbitante y prácticamente impagable para la mayoría de los cubanos. 

Según el gobierno cubano, el elevado costo de estos autos se debía a que las ganancias se invertirían en el transporte público, que hoy muestra los peores indicadores en décadas.   

Limitaciones para la compraventa de autos en Cuba 

Según ha anunciado Rodríguez Dávila el gobierno cubano también establecerá algunas “recomendaciones”, destinadas a los proveedores sobre qué marcas podrán ser importadas en la Mayor de las Antillas. 

Para eso, se basarán en “el estado de las carreteras y la calidad del combustible disponible en la isla”. Por su parte, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, había asegurado hace un par de semanas, que algunos vehículos importados no habían sido “compatibles” con la sociedad cubana y que “sería necesario limitar su entrada en función de los intereses del país”.   

Conclusiones

Las nuevas políticas de importación y comercialización de vehículos representan un intento por parte del gobierno cubano de modernizar el transporte en la isla sin tener que invertir ellos en ese sector. 

Sin embargo, la efectividad de estas medidas en la mejora real del transporte público y el acceso a vehículos por parte de la población sigue siendo una incógnita, en un contexto donde la adquisición de un automóvil sigue siendo un lujo para la mayoría de los cubanos.