Nacido el 12 de diciembre de 2004 en La Habana, Diego es el director de videoclips más joven en Cuba, enfrentando desafíos que van más allá de su edad.

En un país donde las limitaciones económicas y tecnológicas pueden frenar incluso a los más talentosos, Diego Corona se destaca como un joven prodigio.

El director de videoclips más joven de Cuba

Diego Corona comenzó su carrera desde lo más básico, apoyando a amigos en sesiones fotográficas, donde se encargaba de cargar lentes, luces y demás equipos.

Este contacto temprano con el mundo audiovisual le permitió adquirir un conocimiento integral del proceso de producción.

«Pienso que es importante empezar haciendo todo tipo de cosas, para cuando sientas que puedes avanzar a un nivel mayor, tengas el conocimiento básico y fluya», comenta Diego, subrayando la importancia de una formación práctica y autodidacta.

A los 17 años, Diego dirigió su primer videoclip, un logro que marcó el inicio de su carrera formal en la industria. Este primer paso fue una prueba de que su talento no pasaría desapercibido.

Su creatividad y dedicación no solo llamaron la atención de sus compañeros de preuniversitario, quienes siempre elogiaban la calidad de sus trabajos, sino que también captaron el interés de artistas consagrados en la escena musical cubana.

La oportunidad

Un momento clave en la carrera de Diego fue cuando se reunió por primera vez con Yomil Hidalgo, una figura importante en el reguetón cubano, para coordinar la realización del videoclip de la canción «Louvre».

«Cuando nos sentamos con Yomil por primera vez para coordinar la realización del video, me percaté de que debía tener algún talento, porque que una personalidad como Yomil confiara en ti… me hizo sentir que lo que estábamos haciendo estaba gustando», recuerda Diego.

Este proyecto le abrió la puerta a futuras colaboraciones con Yomil, incluyendo trabajos en fotografía y videos para conciertos.

Los retos

Iniciar una carrera como director de videoclips en Cuba no es tarea fácil, y Diego lo sabe bien. Al terminar el preuniversitario, la carrera que le asignaron fue Cultura Física, una decisión que no se alineaba con sus verdaderas pasiones. «ç

«A la hora de presentarte a las pruebas de la FAMCA [Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual] te piden un conocimiento de la historia universal que… es demasiado rigoroso», explica Diego.

Sin embargo, no dejarse vencer por estos obstáculos fue clave para su éxito. «No pude entrar en la facultad, tuve que aprender solo… Pregunté a personas con experiencia que me ayudaron y me preparé con la práctica», añade.

Diego destaca la importancia de un equipo de trabajo comprometido y la necesidad de mantener la originalidad en cada proyecto. «Busco que mi videoclip sea distinto, ese es mi objetivo… para evitar eso siempre intento crear algo novedoso», afirma.

Para Diego, cada videoclip es una oportunidad para innovar y desmarcarse de lo común. Aunque reconoce que algunos productos del género pueden ser ofensivos o denigrantes, él se esfuerza por crear contenido que respete al público y evite caer en clichés dañinos.

«Trato de hacer el video lo más sano posible… un poco despreciando el papel de la mujer, tratamos de invertir eso y debatir con el artista», asegura, mostrando una madurez sorprendente para su edad.

Desafíos

Trabajar en la industria audiovisual en Cuba presenta desafíos únicos. Desde la escasez de recursos hasta las dificultades logísticas, cada proyecto es una prueba de ingenio y paciencia.

En Cuba resulta difícil todo en general para la realización de un videoclip, desde el transporte hasta la alimentación», comenta Diego. Sin embargo, estas dificultades no han apagado su pasión.

«Las cosas se han acoplado un poco… pero es complicado», añade, destacando la importancia de la colaboración y la ayuda mutua entre realizadores.

Futuro

Ser el director de videoclips más joven en Cuba es tanto un honor como una responsabilidad para Diego Corona.

Él está comprometido no solo con su propia carrera, sino también con apoyar a otros jóvenes que, como él, sueñan con triunfar en la industria audiovisual.

«Estoy buscando superarme cada día y de ayudar a otros que estén comenzando… Entre los realizadores debería haber un poco más de ayuda mutua», señala.

Con la mirada puesta en el futuro, Diego tiene grandes sueños tanto a corto como a largo plazo. A corto plazo, desea trabajar con artistas como El Taiger y Alain Pérez, mientras que a largo plazo, aspira a incursionar en el cine.

«Ahora estoy en la preproducción de mi primer cortometraje, El examen… sobre la escuela, la corrupción escolar, lo que pasa en un pre actualmente en Cuba», comparte, mostrando su ambición por explorar nuevas formas de expresión artística.

El mensaje de Diego Corona para los jóvenes cubanos es claro: no hay que rendirse ante las dificultades.

«Invito a los jóvenes a que sueñen en grande a pesar de las situaciones que vivimos», dice, recordando cómo él mismo ha superado los retos en su camino.

«Es bueno levantarte cada día pensando en tu sueño y luchar por ello», concluye, con la convicción de que los sueños, por más grandes o pequeños que sean, son el motor que impulsa a las personas hacia delante.

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