Datos curiosos de las tumbas del Cementerio Colón de La Habana

Te contamos algunos de los datos más curiosos de las tumbas que se encuentran en el famoso Cementerio de Colón, en la ciudad de La Habana.

Cuando una persona fallece, con frecuencia existe una serie de historias, anécdotas y hasta misterios en torno a su desaparición física. No obstante, en la mayoría de los casos estas solo son conocidas entre los familiares y allegados al difunto y, en consecuencia, pocos las entienden.

Pese a ello, al parecer, en el Cementerio de Colón de La Habana existen algunas tumbas que, por diversas razones todos conocen. Esto, debido a que de alguna manera han llamado la atención de otras personas, convirtiéndose así en los panteones más conocidos del lugar.

Además, con frecuencia los mismos vienen acompañados de historias fascinantes, con las cuales a pesar del tiempo continúan siendo populares. ¿Sabes de lo que te estamos hablando?

A través de este artículo te contamos las curiosas historias alrededor de las tumbas más populares del Cementerio de La Habana. Sin duda, quedarás sorprendido al conocer datos interesantes de la vida y la muerte de algunas personas, que hoy reposan en este sagrado recinto.

1.-Datos curiosos de “la tumba del dominó”, en el Cementerio de Colón en La Habana

En primer lugar, compartimos con ustedes la curiosa historia de la conocida tumba del dominó, en del Cementerio de Colón en La Habana. Seguramente, al visitar el mausoleo de algún familiar, viste uno que tiene una particular escultura con forma de una piedra de dominó.

Se trata de una tumba que, además de tener un amoroso epitafio, está acompañada de una curiosa escultura de la ficha del doble tres. Asimismo, la misma está relacionada a la particular manera en que falleció la persona que hoy descansa en ese lugar.

Según cuentan vecinos de La Habana, al parecer, esta persona llegó al Cementerio de Colón tras morir durante un partido de dominó. La jugadora estaba a punto de ganar y solo le quedaba la piedra del doble tres, pero su adversaria se le adelantó con un 3:1; evitando su victoria.

Como resultado, la mujer se frustró y enojó con vehemencia, lo que le provocó un fulminante ataque al corazón que provocó su muerte. La misma, no solo causó consternación entre sus familiares, sino también entre sus amigos, esos con los que solía jugar dominó.

Por lo tanto, en honor a ella, entre todos decidieron hacerle una escultura en su tumba recordándola de manera particular con la ficha del 3:3. Sin embargo, lo que nadie advirtió, es que con este homenaje su tumba se daría a conocer en La Habana, figurando entre las más populares del Cementerio de Colón.

2.- Datos curiosos de “La tumba de la Milagrosa” en el Cementerio de Colón

Asimismo, otra historia interesante que alberga el Cementerio de Colón, en La Habana, es la de la famosa “tumba de la Milagrosa”. La misma, surge a partir de la unión matrimonial de los jóvenes José Vicente Adot y Amelia Goyri de la Hoz, quienes se casaron a inicios del siglo XX.

Al parecer, la pareja habría decido celebrar su boda juntamente con la boda de la hermana de Amelia, en lo que podríamos llamar una especia de ceremonia doble. No obstante, para la época, este tipo de celebraciones no eran bien vistas, ya se consideraban de mala suerte para las parejas.

Tras la boda, rápidamente Amelia y José Vicente logran concebir, pero a finales del embarazo la linda historia de amor se volvió triste. Esto, como resultado de la muerte de Amelia quien durante el parto sufrió complicaciones que igualmente arrebataron la vida del bebé.

Por lo tanto, José Vicente sepultó a su esposa en el Cementerio de Colón y, en la misma tumba, a su pequeño hijo. Para la época, existía la tradición de que cuando una madre y el bebé morían durante el parto, el pequeño se sepultaba a los pies de la madre.

En consecuencia, Adot siguió la tradición, sepultándolos en el panteón al cual acudía a visitarlos diariamente durante más de 17 años.

Varios años después, por algún motivo, en el Cementerio de Colón realizaron la exhumación de varias tumbas, y también esta. Al realizarla, los especialistas notaron un hecho realmente sorprendente, pues hallaron los restos de Amelia llevando al bebé en sus brazos.

Sin duda, este suceso es totalmente fuera de lo normal, y las personas aseguran que se trata de un milagro de amor. De este modo, la tumba tuvo fama de ser milagrosa y la gente la visitaba para realizar sus peticiones.

3.- Datos curiosos de la primera tumba del Cementerio de Colón

Al parecer, desde la construcción del Cementerio de Colón se han registrado hechos curiosos e interesantes en algunas de sus tumbas. De hecho, precisamente con el primer panteón levantado hay una historia bastante interesante que ha llamado la atención de muchos habaneros por años.

Según cuentan, el levantamiento de este enorme cementerio estuvo a cargo de varios arquitectos; entre ellos el español Calixto Aureliano de Loira y Cardoso. Asimismo, este fue el responsable de diseñar y construir lo que viene siendo la entrada del lugar, hoy conocido como Galería Tobías.

No obstante, lo sorprendente es que este español fue la primera persona en ocupar una tumba del Cementerio de Colón de La Habana. Además, se comenta que se trató de una muerte bastante inesperada, pues al momento del deceso Loira apenas tenía 33 años.

Con el fallecimiento de Loira la construcción de la entrada del cementerio quedó inconclusa y, por lo tanto, rápidamente otorgaron la misión a otro arquitecto. De esta manera, el trabajo lo continuó realizando Félix de Azúa, siguiendo las instrucciones que dejó Loira.

Aunque, hasta el momento todo parece normal, una vez más, un hecho curioso surge con la construcción del Cementerio de Colón de La Habana. Y es que, apenas un año después de retomar el trabajo de Loira, Azúa también fallece de manera repentina; dejando a todos boquiabiertos.

Finalmente, se decidió honrar la memoria de ambos arquitectos sepultándolos en la misma tumba que reposa dentro de la construcción que hicieron. Es así como, paradójicamente, todo el que visita el Cementerio de Colón realiza una visita obligatoria a la tumba de quienes fueron sus primeros habitantes.

4.- La tumba del hombre más apuesto de Cuba (tumba vertical)

La tumba de Eugenio Casimiro Rodríguez Carta, en el Cementerio de Colón de La Habana es otra que cuenta con una interesante historia. Según cuentan, durante su vida, este sujeto era muy conocido entre los habitantes debido a su gran atractivo físico, y también por el miedo que infundía.

Al parecer, la belleza de este hombre era proporcional al nivel de maldad que poseía; considerándose capaz de matar a cualquiera por solo mirarlo mal. Fue así como, estando en sus andanzas criminales, la policía logra capturarlo y de inmediato lo vuelven prisionero en la cárcel.

No obstante, en una ocasión una mujer conoció a Casimiro en la cárcel y quedó perdidamente enamorada de su varonil atractivo. Asimismo, lo interesante del hecho es que la mujer era nada menos que la hija del presidente quien no dudó en usar sus influencias por él.

Como resultado, Casimiro sale libre, se casa con la mujer y se convierte en diputado; en lo que muchos consideran un tremendo golpe de suerte.

Finalmente, años después, Casimiro muere y es sepultado en La Habana en una tumba del Cementerio de Colón; según él mismo lo instruyó. De este modo, lo enterraron de pie, con una pistola en cada una de sus manos y un billete de cien pesos en sus bolsillos.

Sin duda el mensaje que a todas luces se entiende es que, gracias a su gran suerte, Casimiro pudo vivir como le dio la gana, obteniendo lo que deseara. Desde entonces, muchos envidian la suerte de aquel bandido, y claman por recibir privilegios similares a los que tuvo.

Además, habitantes de La Habana visitan actualmente la tumba de Casimiro en el Cementerio de Colón para pedirles ayuda para cambiar su suerte. Así, ha mantenido su fama como el hombre más guapo y suertudo de Cuba.

5.- La tumba de la fidelidad del Cementerio de Colón

Finalmente, entre las historias curiosas que encierra el Cementerio de Colón de La Habana, está la de la famosa tumba de la fidelidad. No obstante, más que una historia curiosa, esta parece una adorable anécdota que seguramente te enternecerá.

Hace algunos años, en La Habana vivió una mujer llamada Jeanette Ryder quien se caracterizó por ser muy noble y solidaria. Como resultado, dedicó muchos años de su vida a ayudar a personas que se encontraban desamparadas en las calles, suministrándoles cobijo y comida.

También, entre los beneficiados por los actos caritativos de Jeanette había varios animalitos; especialmente los perros.

En determinado momento, Ryder falleció en La Habana y, tal como se tenía previsto, decidieron sepultarla en una tumba del Cementerio de Colón. Sin embargo, al parecer, una de las principales dolientes de la mujer era Rinti, una de las perritas rescatadas que albergaba en su casa.

Asimismo, cuando el cortejo fúnebre se dirigía al cementerio, la canina decidió seguirlo y, tras la sepultura, decidió permanecer allí. Lamentablemente, en ese sitio no recibía alimento, ni agua por lo cual Rinti falleció, descansando sobre su ama.

Este suceso causó gran ternura en La Habana, por lo cual homenajearon a Rinti y a Ryder con una curiosa escultura sobre su tumba en el Cementerio de Colón. En consecuencia, sobre el mausoleo de la mujer representaron a la perrita, como un reconocimiento a la gran fidelidad y cariño que se tenían el uno por el otro.

Además, sobre la tumba reza la frase “Fiel hasta después de muerta. Rinti”, como recordatorio del noble gesto de la mascota. Actualmente, la inusual y peculiar tumba permanece en el camposanto, y con frecuencia las personas suelen visitarla motivados por la tierna historia.

Palabras finales

El Cementerio de Colón es una de las construcciones más importantes de La Habana, no solo por su gran amplitud, sino por la importancia que tiene para los locales. Esto, sobre todo, porque en él reposan muchos seres queridos, así como grandes e interesantes historias como las aquí descritas.

Posiblemente, existan otras anécdotas entre las muchas historias detrás de las tumbas de este lugar; pero definitivamente estas se han vuelto muy populares. Por lo tanto, se han convertido en un elemento cultural de los habaneros; el cual a pesar de los años se ha mantenido y seguramente continuará vigente por muchas generaciones más.

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