Infancia y primeros años
Desde niña, Anoland mostró un talento excepcional para el piano. A los 11 años participó en el concurso “La Corte Suprema del Arte” en 1938, organizado por CMQ Radio. Este concurso descubrió a estrellas como Celia Cruz y Rosita Fornés. Anoland impresionó con su habilidad y fue finalista en la primera edición del concurso.
Carrera musical en Cuba
A los 12 años, Anoland participó en conciertos organizados por el maestro Ernesto Lecuona en el teatro Auditorium de El Vedado, La Habana. Actuó junto a Rita Montaner, consolidando su reputación como niña prodigio del piano.
Se convirtió en artista exclusiva de CMQ Radio y se presentó en numerosos teatros y programas radiales.
Mudanza a Panamá
En 1947, Anoland dejó Cuba en busca de mejores oportunidades económicas y una vida más estable. Llegó a Panamá a los 19 años y conoció a Rubén Darío Blades Bósquez, un detective de la policía y percusionista.
Formaron una familia y tuvieron cinco hijos, incluyendo al famoso Rubén Blades.
Carrera y legado en Panamá
Anoland continuó su carrera en Panamá, trabajando en la Red Panamericana y RPC Radio. En 1953, tocó para la Reina Isabel II de Inglaterra durante su visita a Panamá.
Su voz quedó inmortalizada en el álbum “Maestra Vida” de Rubén Blades, donde interpretó el personaje de Manuela en 1980.
Impacto y memoria
Anoland Díaz falleció en 1991 en Panamá, tras una lucha contra el cáncer. La canción “Amor y Control” de Rubén Blades, dedicada a ella, refleja el dolor y la importancia de su madre en su vida. Anoland no solo fue una talentosa pianista, cantante y actriz, sino también una madre dedicada que apoyó el talento de sus hijos.
Resumen
La vida de Anoland Díaz, madre cubana de Rubén Blades, está llena de talento y sacrificio. Desde su infancia en Cuba hasta su carrera en Panamá, Anoland dejó una huella imborrable en la música. Su legado perdura a través de su hijo Rubén Blades, quien siempre reconoce la influencia de su madre en su vida y carrera.