El Sanda, una modalidad de boxeo chino con raíces marciales, está ganando popularidad en Cuba gracias al esfuerzo de un grupo de apasionados que trabajan por elevar el nivel técnico de los competidores y difundir esta disciplina.
Con el objetivo de formar una selección nacional, han comenzado las eliminatorias regionales en varias categorías de edad.
En el municipio de Regla, ubicado al este de la bahía de La Habana, se celebraron las primeras competencias clasificatorias para la región occidental. En el evento participaron alrededor de 30 atletas, quienes no solo buscaban asegurar su pase al próximo campeonato nacional, sino también mejorar su posición en el ranking cubano de Sanda.
Deporte en expansión
Frank Cazón, presidente de la Escuela Cubana de Sanda, resaltó el avance técnico de los deportistas y señaló que el propósito es competir en eventos internacionales. “Estamos cada vez más cerca de alcanzar el nivel necesario para representar a Cuba en el extranjero”, afirmó.
La estrategia actual se centra en el desarrollo de las categorías infantiles y juveniles. Según Cazón, fomentar la práctica desde edades tempranas es fundamental para garantizar el crecimiento a largo plazo de la disciplina. En junio, se planea realizar el Primer Campeonato Nacional de Sanda, donde se seleccionarán los mejores exponentes para integrar el equipo cubano.
Con una trayectoria de más de dos décadas, Cazón aspira a organizar en el futuro un Torneo Internacional de Sanda en Cuba. Aunque reconoce las dificultades logísticas y financieras, confía en que el entusiasmo y la dedicación de los practicantes allanarán el camino para concretar este proyecto.
Disciplina de cuerpo y mente
La sede de la Escuela Cubana de Sanda se encuentra en un modesto local de Regla, donde cerca de 50 personas entrenan a diario. El enfoque va más allá de la competencia: el objetivo es inculcar disciplina, valores y una mentalidad de superación personal. Los alumnos que participaron en las recientes eliminatorias representaron equipos con nombres distintivos como “Guerreros del viento” y “Fábrica de campeones”.
Eugenio Aleaga, uno de los jueces del torneo, es un ferviente practicante de Choy Lee Fut, otra disciplina china de combate. Ingeniero forestal y artista plástico de 40 años, Aleaga trabaja para promover esta forma de arte marcial en Cuba, aunque el número de seguidores aún es limitado.
A pesar de que deportes como el béisbol, el boxeo y el fútbol dominan la escena deportiva cubana, las artes marciales han logrado captar la atención de un segmento de la población. Los combates en Regla atrajeron a un público entusiasta que apoyó con vigor a los contendientes.
Actualmente, se estima que alrededor de 600 personas practican Sanda en Cuba, distribuidas en ocho de las 15 provincias del país. La mayor concentración de practicantes se encuentra en La Habana, pero los organizadores aspiran a expandir la disciplina a nivel nacional.
El Sanda llegó a Cuba en el año 2000, cuando Frank Cazón y un grupo de aficionados decidieron impulsar su práctica. Desde entonces, la Escuela Cubana de Sanda ha sido reconocida por el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) y forma parte de la Asociación Panamericana de Artes Marciales.
El recorrido ha estado lleno de desafíos, pero la determinación de Cazón y su equipo ha permitido consolidar la disciplina. Con la vista puesta en el campeonato nacional y el sueño de competir en el escenario internacional, el Sanda continúa ganando adeptos y fortaleciendo su presencia en Cuba.
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