Mantua, el pueblo de los italianos en Cuba

Mantua es un pequeño pueblo, en Pinar del Río, donde viven los italianos en Cuba. Es un lugar tranquilo, rodeado de mucha vegetación y muy interesante para visitar.

Mantua, el pueblo de los italianos en Cuba

El origen del nombre, «Mantua», se debe un río que tiene este nombre. La gente local se destaca por su amabilidad y hospitalidad, haciendo de la estancia una experiencia inolvidable.

Se destacan también sus deliciosos platillos criollos, especialmente los productos de la tierra.

Mantua Cuba se ubica en la región occidental de la isla, a unos 80 km al oeste de la capital, La Habana. El pueblo tiene una población de alrededor de 3000 personas.

La principal industria en Mantua es el cultivo de tabaco, ya que la región es conocida por su producción de tabaco de alta calidad. La ciudad también alberga varias pequeñas empresas, como restaurantes, tiendas y pequeños hoteles.

Además, la zona también ofrece actividades como montar a caballo, pescar y nadar en el lago cercano.

Su fundación

Existen dos versiones de la fundación del municipio de Mantua.

La primera versión dice que un grupo de navegantes italianos acusados de corsarios huyeron de la persecución de buques de guerra ingleses y desembarcaron en la zona.

La segunda hipótesis refiere que el bergantín italiano Mantua, capitaneado por Antonello Fiorenzano, naufragó en los arrecifes de coral cerca del litoral, pero sus tripulantes lograron llegar a tierra.

Ambos relatos coinciden en que los italianos construyeron una capilla para adorar una imagen de la Virgen de la Nieve, muy venerada en Europa.

Desde el año 358, se practica la devoción a la Virgen de las Nieves, por lo que se asegura que devotos italianos la introdujeron en Mantua, Cuba.

Esta devoción mariana es única en todo el territorio cubano, y proviene justamente de Roma, en la Basílica de Santa María La Mayor.

Esta leyenda, aunque no se pueda documentar, ha sido el germen de la fundación del municipio, lo que lo ha convertido en uno de los lugares más pintorescos de la región.

A su llegada a Mantua, Cuba, los italianos erigieron un templo para venerar a la Virgen que fue nombrado parroquia por el obispo Morell de Santa Cruz.

Según cuentan los creyentes, esta imagen fue rescatada por los tripulantes del barco, y llegó junto a ellos al nuevo poblado.

A pesar de las inconsistencias de la historia, la huella más perecedera está en los apellidos de las distintas generaciones que han habitado este municipio pinareño.

Algunos de los más comunes entre la población local según las actas de bautismo son: Dolden, Quesol, Ferrari, Rizzo y Pittaluga.