EE.UU. Cancela citas de CBP One y deja a miles de inmigrantes sin esperanzas

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de EE.UU. anunció recientemente la cancelación de la aplicación CBP One. 

Desde enero de 2023, esta herramienta permitió a los migrantes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití solicitar citas para ingresar de manera ordenada a Estados Unidos a través de los puertos de entrada en la frontera sur.  

Una pobre solución para la migración ordenada 

Con la suspensión de esta plataforma, se interrumpe un proceso que, aunque criticado y con varios problemas logísticos, representaba una de las pocas alternativas formales para regularizar el ingreso de miles de migrantes que, de otro modo, habrían tenido que recurrir a rutas peligrosas e irregulares. 

Desde su creación, CBP One se estableció como una estrategia del gobierno de Joe Biden para gestionar la creciente oleada migratoria en la frontera sur de EE.UU., a la vez que intentaba frenar los cruces ilegales.  

La app permitía a los migrantes en México presentar sus datos y solicitar una cita en uno de los siete puertos de entrada habilitados para procesar sus casos. De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), más de 930 mil personas utilizaron la aplicación para ingresar al país, con alrededor de 44 mil personas procesadas solo en el mes de diciembre de 2024. 

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Fraudes y mala gestión 

Sin embargo, la herramienta enfrentó críticas y problemas internos que empañaron su funcionamiento. En los meses previos a su suspensión, informes de fraude y manipulación de datos detectados en las solicitudes, como números de seguro social inexistentes o formularios duplicados, generaron dudas sobre su efectividad.  

El gobierno de Biden, tras estos señalamientos, suspendió temporalmente el uso de CBP One para algunos países como Venezuela, y ajustó el proceso para mejorar la veracidad de los datos proporcionados.  

A pesar de estos esfuerzos, el programa nunca logró recuperar la confianza ni resolver los problemas estructurales que surgieron con el volumen de solicitudes. 

Más allá de los problemas técnicos, CBP One fue ampliamente criticada por organizaciones defensoras de los derechos humanos. Argumentaron que la app forzaba a los migrantes a permanecer en México, un país donde enfrentan constantes riesgos de violencia por parte de carteles de drogas y otras organizaciones criminales. 

Esta situación empeoraba la vulnerabilidad de los solicitantes de asilo, quienes, en muchos casos, no solo quedaban expuestos a abusos, sino que también debían enfrentarse a un largo proceso de espera sin acceso adecuado a recursos o protección. 

¿Qué pasará ahora? 

Con la cancelación de CBP One, EE.UU. parece retornar a un escenario más incierto en cuanto a la gestión de la migración. En este contexto, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y sus promesas de endurecer la política migratoria auguran tiempos difíciles para los migrantes en la frontera sur. 

Trump, en su discurso inaugural, adelantó planes de deportaciones masivas y de militarizar la frontera. Bajo su propuesta, la ley de “enemigos extranjeros”, que data de 1798, podría ser invocada para expulsar a migrantes sin debido proceso, evocando un enfoque que, además de generar preocupaciones por los derechos humanos, recuerda a las políticas xenófobas de su primer mandato.  

Con este panorama, las expectativas de mejorar la situación de los migrantes en la frontera son limitadas. Si bien la gestión de la migración por parte del gobierno de Biden no ha sido exenta de críticas, la cancelación de CBP One y el endurecimiento de las políticas migratorias por parte de Trump dejan claro que las soluciones humanitarias siguen siendo una asignatura pendiente.  

Sin un enfoque integral que aborde tanto las causas de la migración como los derechos de los migrantes, el futuro para quienes buscan asilo en EE.UU. parece cada vez más incierto.