Miami y la utopía de la vivienda: ¿es posible comprar casa en la Ciudad del Sol?

Comprar una casa en Miami es el sueño casi imposible para un migrante cubano. Con altos precios y bajo salarios cada vez es más complicado convertirse en propietario en la Ciudad del Sol. 

Para muchos cubanos que llegan a Estados Unidos, la primera meta después de comprar un auto, es convertirse en propietario de su propia casa. Esta idea parece una meta alcanzable para muchos, pero se convierte en un sueño casi imposible para una gran parte de los inmigrantes. 

El alto costo de la vivienda en Miami 

Miami ha experimentado un crecimiento vertiginoso en sus precios inmobiliarios en los últimos años. Según datos recientes, el precio promedio de una vivienda en la ciudad supera los $400.000, lo que coloca la compra de una casa en niveles inalcanzables para quienes perciben salarios promedio.  

En el caso de los cubanos que han emigrado en los últimos años, muchos llegan a Miami con un capital limitado, y a menudo sus empleos no ofrecen los ingresos necesarios para cubrir estos altos costos. 

Con un ingreso familiar promedio que oscila entre $53.000 y $60.000 anuales, el adquirir una vivienda y todos los gastos asociados a ella se ha convertido en un sueño lejano para muchos. 

Cabe destacar que el costo de vida en una ciudad como Miami, donde la renta y otros gastos básicos también han aumentado considerablemente, hace más engorroso poder ahorrar el dinero necesario para la compra de una vivienda. 

El precio promedio de un alquiler en Miami es de $2.500 mensuales para un apartamento en áreas cercanas a los centros urbanos, o precios entre $800 y $1.200 mensuales por un efficiency.  

Dificultades para acceder a financiamiento 

Otro de los grandes obstáculos que enfrentan los migrantes cubanos que desean comprar una propiedad en Miami es el acceso a financiamiento. A pesar de que en Estados Unidos no existen leyes que prohíban a los extranjeros comprar propiedades, la obtención de una hipoteca puede ser una tarea compleja.  

Los cubanos que no tienen un historial crediticio en el país, o aquellos que no cuentan con un número de Seguro Social (SSN), se enfrentan a tasas de interés más altas y exigencias más estrictas por parte de las instituciones financieras. 

Aunque el número de identificación fiscal individual (ITIN) es una alternativa para aquellos que no tienen un SSN, no todos los bancos lo aceptan, y los préstamos disponibles son limitados.  

Esto hace que las condiciones para acceder a un crédito hipotecario sean menos favorables, lo que obliga a muchos a recurrir a prestamistas privados con tasas aún más elevadas. Además, las entidades financieras suelen exigir un pago inicial más grande, que puede superar el 30% del valor de la propiedad, lo cual es una barrera económica insalvable para muchos inmigrantes. 

Sueños vs realidad 

Aunque muchos cubanos llegan a Estados Unidos con el sueño de tener su propia vivienda, la realidad es que se requieren años de trabajo y sacrificios antes de llegar a cumplirlo. 

En una ciudad densamente poblada como Miami, donde se concentra un gran número de latinos debido al idioma, encontrar empleo se ha convertido en toda una contienda. Esto sumado a salarios bajos y el alto costo de vida, hace que, para no pocos antillanos, el sueño de la casa se diluya cada más rápido. 

Para ellos, las alternativas como el alquiler o la convivencia con familiares y amigos se mantienen como las únicas opciones viables, mientras preparan el camino que les permita acceder a esa casa soñada sin perecer en el intento. 

Expertos como el empresario cubanoamericano Rolando E. Núñez, explican que, a la hora de adquirir un inmueble es importante que las personas tengan en cuenta si sus finanzas pueden sostener esta inversión en el tiempo.  

El también creador de contenido en redes sociales, explica a través de videos en TikTok que muchas personas llegan con el sueño de tener su casa propia y se desesperan por cumplirlo, aun cuando sus finanzas no son lo suficientemente estables.  

Aunque reconoce que comprar una vivienda es una buena inversión, ya que ofrece estabilidad y seguridad a su propietario, el fundador de NJ Credit Repair LLC y Truth Finance Academy, advierte que debe hacerse en el momento adecuado y cuando las finanzas del comprador le permitan mantener una hipoteca por los próximos 30 años sin afectar el resto de su economía.  

Del mismo modo, asegura que el hecho de poder ser elegible para un mortgage no es sinónimo de que la persona deba contraer una deuda. Con su estilo directo, explica que no todo el mundo tiene que tener una casa y que no hay nada de malo en ello. Es preferible pasar algunos años rentando un lugar acorde a tu economía que convertirte en lo que los expertos llaman “house poor”. 

En conclusión, no se trata de que renuncies a tu sueño de tener una casa propia, sino a que puedas crear las bases necesarias para dar ese paso tan importante en tu vida.